Vargas se querella contra el alcalde del municipio de Tamayo por balacera en Casa Nacional del PRD.
EL SOMETIMIENTO EN CONTRA DE MENIN CUEVAS, FUE PRESENTADO POR ANTE LA SECRETARIA GENERAL DE LA CORTE DE APELACIÓN DEL DISTRITO NACIONAL
El presidente Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, se querelló hoy en contra del alcalde del municipio de Tamayo, Provincia Bahoruco, a quien acusa de protagonizar una balacera en la casa Nacional de esa organización política, donde ocho personas resultaron heridas.
El sometimiento en contra de Menin Cuevas, fue presentado por ante la secretaria general de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, por Vargas Maldonado, a través de los abogados Bunel Ramírez Meran, Arístides José Trejo Liranzo y Luz Díaz Rodríguez.
Pidieron poner en movimiento la acción pública en contra del imputado y recabar las pruebas que a la fecha no han podido ser obtenidas por parte del PRD y que se solicite y obtenga la correspondiente orden de arresto en contra del alcalde, para que una vez sea apresado sea sometido a la medida de coerción, consistente en prisión preventiva.
Asimismo, el presidente del PRD pide al tribunal que resulte apoderado condenar al pago de 204 millones de pesos, a favor de la organización política, como justa reparación de los daños, morales y materiales que su acción le ha provocado.
En la instancia que consta de 9 páginas, el presidente del PRD, acusa al alcalde de asociación de malhechores, robo y violación a la ley 36 sobre comercio, porte y tenencia de armas de fuego.
Señala la querella que los daños causados al local ascienden a dos millones 500 mil pesos, mientras que el dinero sustraído de las instalaciones del local del PRD, asciende a dos millones 400 mil pesos, suma esta que sería utilizada para pagar parte de los gastos acarreados por la logística propia de la celebración de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional de la organización política.
Señalan que el alcalde el pasado 27 de enero, atacó la Casa Nacional del PRD, con múltiples disparos de arma de fuego, junto a una turba, procediendo a tomar el control de dicho local como parte del cuerpo criminal para asaltar, destruir propiedades del partido, incluidas las puertas de su sede.
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