Boca Chica en riesgo de perder su playa

BOCA CHICA. "Esto es como tener una orillita de algo. No es una playa que uno pueda ir a sentarse y jugar". El sentir de la señora Isidra Rodríguez, una visitante asidua a Boca Chica, se antoja como la mejor descripción de la erosión que afecta esa playa que disminuye su arena seca en varias partes. 

El mar ha ganado terreno en espacios que antes eran solo arena, acercándose a algunas estructuras y socavado sus cimientos. Los propietarios de negocios han construido muros para evitar el impacto del agua, y algunas de las típicas palmeras tienen sus raíces sumergidas en el mar. 
 
 
 
Mario Pedro Zapata, igual que Yessy Colón, miembros de la Asociación de Silleros de la Playa, recuerdan por separado que hace unos años atrás podían colocar hasta 17 líneas de chailones, pero que ahora apenas hay espacio para una o dos. Colón rememora algunos tiempos en que, incluso, jugaban pelota en una orilla de playa que ahora no deja siquiera por donde caminar, en algunos tramos. 

"La verdad yo no sé cómo es que queda arena en Boca Chica", se cuestiona la directora de Planificación y Proyecto del Ministerio de Turismo, Maribel Villalona. Su interrogante se debe al fuerte impacto que dice tiene esta playa, cuya arena se encuentra totalmente solidificada por la sobre carga. Advierte que la playa está en riesgo de perderse si no se interviene. 

La situación de Boca Chica quedó documentada en el estudio: Análisis, clasificación y propuesta de gestión geoambiental de las playas de República Dominicana", realizado por la consultora ambiental española Qu4tre, para Turismo, hace unos tres años.

"La playa presenta en algunos puntos una escasa superficie que se manifiesta con medidas de protección para minimizar su impacto, con una elevada compactación debido a su uso intensivo e invasión del frente de playa. Esta erosión se debe a la interrupción de la deriva litoral procedente del este, que es impedida por los espigones que la jalonan", concluye el estudio.

A simple vista, la situación que afecta a la parte pública de Bocha Chica, dista bastante de la realidad que se ve en la playa frente a algunos hoteles privados, como el Hamaca y el Don Juan, donde la extensión de la arena se nota mucho más amplía. Pero el uso de la playa en esos frentes se reserva para los huéspedes de los hoteles, invitando a retirarse a cualquier "extraño" que ose sentarse en esa parte "privada", según confirman algunos testimonios.

Precisamente los trabajos de acondicionamiento realizados en esos hoteles son señalados por los moradores de la zona como los responsables de los problemas que hoy afecta a la parte pública. Eleuterio Otaño Alcantara, presidente de la Asociación de Propietarios de Locales Playeros, asegura que el problema viene desde que en 1992 se hizo el dragado de una franja de la playa para favorecer al hotel Hamaca. A partir de esa época se hicieron también algunos rellenos con arena, quedando pendiente rellenar la parte pública. Pero, pero, como dice Otaño, "el Estado no le ha dado mantenimiento a la playa".

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