Cristian Fernández es un niño de 13 años condenado a cadena perpetua. Ha confesado haber matado a su hermanito de 2 años y abusado sexualmente de su hermanito de 5. Todos dicen que es un monstruo, que no merece ser juzgado como menor de edad. Ese niño, al que FoxLatino atribuye tener “parientes en República Dominicana”,tiene una historia que explica cómo una sociedad completa se hace cómplice de la tragedia.
La fiscalía argumenta que el crimen fue realizado “con mucha reflexión”, por lo que sí es liberado a los 21 años, aún supondría un gran peligro para la sociedad.
Cristian mató a su hermano a golpes, provocándole derrame cerebral y graves contusiones en ojos y nariz; la madre al llegar a la casa y percatarse del asesinato intentó revivir al pequeño durante dos horas y después llamó a una ambulancia argumentando que se había caído, ahora será juzgada por homicidio involuntario.
El récord de la persona más joven en ser condenada a cadena perpetua lo podía haber establecido Jordan Brown, juzgado por matar a la novia embarazada de su padre, cuando tenía 11 años, pero fue condenado dos años después.
Para muchos este tipo de comportamiento no tiene razón de ser y debe ser tratado con todo rigor, considerándolo un peligro para la sociedad.
Estados Unidos es un país que cuenta con alrededor de 79 menores de edad condenados a cadena perpetua. Una situación para revisar en el gigante americano.
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